lunes, 27 de agosto de 2012

¡Dime de qué presumes y te diré de qué careces!

¿Cansada de esos payasos que se creen el cento del universo, y que el mundo gira a su alrrededor? Entonces sigue leyendo y descubre cuales son los nombres indicados con los que debes llamarlos.
En esta ocasión hablaremos de un tipo de hombre que a gran parte de las mujeres les ha tocado conocer, en cambio a las que no, entonces les daremos las características típicas que poseen estos sujetos, para que de esta forma se eviten pasar mal rato al lado de estos petulantes.
Dejé de ser fanfarrón el dia que me dí cuenta que era... PERFECTO

Nos referimos nada más y nada menos que de los Fantoches, fanfarrones, presumidos; etc., como desees llamarles; primero que nada vamos a conocer varios significados que harán su tipificación más espontánea.
La Real Academia De la lengua Española; define fantoche como: Persona muy presumida, de igual forma define fanfarrón, que es quien presume de lo que no es, en particular de valiente.
Así lograríamos asegurar que un fantoche es el individuo que pretende ser lo que no es, un completo fanfarrón que alardea de más. Es quien requiere hablar de sus "incalculables patrimonios materiales" para mantener a un pobre de espíritu.
Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Este refrán popular se cumple con rigurosidad en una sociedad enfermiza y altamente dependiente del que dirán. Cuántas veces he contemplado perpleja cualidades de autoafirmación y autoestima en personas que, mi parecer, no tenían ni lo más mínimo de que congratularse, y las cuales, sin motivos claros, presumían y fanfarroneaban de lo que a simple vista carecían. Suele ocurrir que, dichas personas a las que se les hace agua la boca ostentando de ser tal o tener cual, viven solamente de la apariencia de querer manifestar ante los demás tener lo que no tienen o ser lo que no son.
 Ellos son frágiles seres que anhelan convertirse en el centro de atención, personas que creen que para gozar del respeto y de la admiración de los demás deben ocupar un rol cargado de superioridad y arrogancia. Lo alarmante es que cuando la farsa va más allá de la fachada y se ocupan roles  protagonistas que no encajan con la realidad; su inconsistencia y su inseguridad hacen que, con frecuencia, descalifiquen o tachen de iguales a personas sólidas y con estabilidad; hasta el punto que las insulten y ridiculicen aprovechando reuniones o eventos, que intenten desprestigiarlas y avergonzarlas tergiversando comentarios y revelando confidencias o intimidades de tan ilustres personas.
Las humillaciones forman el eje de su agresión, ya que carentes de argumentos, no dudan en recurrir repetidamente a burlas y provocaciones para evitar que su contrincante pueda defenderse y desmentir sus ataques. Sin embargo, su intransigencia y su interés por desmerecer opiniones contradictorias a sus propios los hacen sumamente vulnerables.
Un Fantoche padece diversos delirios: se cree el más lindo, caballeroso, gentil, exitoso, trabajador, y cualquiera de las cualidades que puedan existir en el universo. Sólo habla de él, de sus proyectos y de lo afortunada que eres si por casualidad se fija en ti.
En cuanto al nivel intelectual, actúa como una "intelectualidad", acumula frases o pensamientos aquí y allá y con algo de astucia los aplica en el momento preciso, sin darse cuenta de lo que realmente ha dicho en su esencia. Es indiscutible que se revela cuando no resiste cinco minutos de charla coherente y se sume en un silencio lúgubre y se retira, simplemente no tenía la más mínima idea de que era lo que hablaba
Podríamos seguir buscándole definiciones pero llegaríamos a la misma conclusión “por la boca muere el pez", es la manera más facil de detectarlos.
Cada una de estas características nos lleva a demostrar que una de las condiciones esenciales del fantoche es la imbecilidad